domingo, 29 de junio de 2014

sueño/pesadillesco/ONDA

AAAAAAAAAAAAAAAAH

Es todo lo que quiero decir.

Un día normal pasa algo sorprendente. Ese chico, con el que ya varias veces había soñado y que por mucho tiempo había desaparecido, decide acercarse y conversar. ¡Más nervios imposible! Pero no podía salir corriendo. Conversación, genial, me moría de frío y no pensaba de manera fluida, estaba en medio del trabajo eso me hacía sentir aun más incómodo. Pero todo resulto de maravilla. Al final me pidió el número para invitarme a un café. Todo como un sueño!!!!

Hablar por mensaje agonía total, me hace preocupar de cada coma, cada letra es un infierno, debería tomarmelo con calma pero no puedo. 


Olvídese lo anterior.

Después de hablar un rato... ese rato se convirtió en horas. Son las 4 am y seguimos hablando con bastante fluidez. Perdí un poco el miedo. No estudié casi nada, problema grave con un examen tan cerca. Pero me parece que hay onda jajjaaj

jueves, 13 de junio de 2013

"ὁ βίος βραχὺς, ἡ δὲ τέχνη μακρὴ" frase griega. "La vida <es> corta, el saber extenso"

miércoles, 10 de abril de 2013

Falta de concordancia.

Según Aristóteles uno puede solo elegir los medios y no los fines. El fin va a ser siempre el mismo, de eso nadie lo duda se busca la eudaimonia(dicha o felicidad). Una decisión está bien tomada o e buena cuando la parte apetitiva del alma concuerda con la decisión práctica.

Al leer eso no pude recorder mi desprecio por mis actividades actuales. Mis decisiones siempre han tendido a lo práctico, todas son realizables pero no puedo dejar de sentir que mi querer está en desacuerdo. Hasta hace 30 minutos estaba convencido que tenía un problema con el fin. Creía que lo que me sucedía es que no tenía un fin claro de mi vida, como no lo tengo no me sentía agusto que mis acciones porque no sabía a donde me llevaban o mejor dicho no sabía si al lugar que me llevan me gusta. Cometía un error, el fin es claro quiero que mi vida sea dichosa. El problema está en el como llegar a eso. Darme cuenta del error solo me da el pie del problema.

Creo que me falta reconocer algunas cosas sobre mi. Que las tengo claras pero juego a lo contrario. Quisiera que lo práctico me sea lo apetecible en su totalidad, pero no lo es. Para demostrarlo es muy sencillo, no estoy contento con el tipo de vida "ideal" que estoy llevando. Por alguna razón la vida de convento me parece la mejor, pero cuanto más me acerco a ella peor me siento.


miércoles, 23 de enero de 2013

Pudo haber sido un hermoso cuento de hadas.

Hoy tuve mi primera cita formal. Fue un desastre.

Tuvo un inicio de cuento de hadas. Yo estaba en un colectivo y había un asiento libre junto a mi. En una parada subió un chico, al verlo pensé -Me encantaría que ese chico se siente junto a mi-. sucedió, se sento junto a mi, de lejos se veía que era un chico joven pero de cerca ya no me gustó tanto. Aun así intercambiamos miradas que decían un poco más. Él empezó a juntarse, rozando nuestros brazos, yo seguí el juego. Después de unos segundos ya era obvio que lo haciamos intencionadamente, era preciso entablar una conversación. Nos miramos un segundo, yo confirmé que no me gustaba pero era demasiado tarde, iniciamos la conversación. Saludamos, dijismos nuestros nombres, y luego un silencio incómodo, no había nada que decir. Rompiendo el hielo contamos un poco de nuestras vidas, informé que estaba próximo a bajarme así que decidímos intercambiar correos. Soy malo para conocer gente, se abría una oportunidad inesperada, eso no podía más que llevarme a estar alegre.

Al llegar a casa, a pesar de lo maravilloso de la historia empecé a perder el interés. Ni siqueira miré el papel donde había escrito su correo.


Él me escribió, no sabía si responderle o no. No sabía si tenía interés o no. Pero pensé que era una oportunidad, nunca había salido así con un chico. Así que respondí sin mucho interés. Él en su carta ponía de posdata que le parecía que yo era lindo, pero a mi no me pasaba lo mismo. Pero por mi cabeza pasaban ideas como: tú tampoco eres lindo, así que adáptate a lo que te toca.

Llegó el día del encuentro. Yo elegí el lugar y la hora, fue en un Starbucks, es un lugar ideal para ese tipo de encuentros (creo). Nos econtramos y se notaba que le incomodaba el lugar, a mi me incomodaba el encuentro. La conversación no fue nada fluida, me empezaba a aburrir y me vi obligado a llevar la situación. Detesto llevar la situación, porque nunca llego a ningún lado. Además cada vez tenía menos interés en él. Es muy pasivo, en el sentido que no le agrada mover nada a su alrededor, afirmó que prefiere y puede quedarse sentado imaginando antes que hacer cosas. A mi me gusta imaginar, pero también hacer. La gente que prefiere estar quieta me desagrada. En un momento determinado me pregunto si quería ir a un lugar un "poco más íntimo" y me negué rotundamente. Definitivamente no quería nada con él. Creo que fui muy directo, así que intenté disminuir el golpe diciendo que me gustaba ir despacio. Pero hubo más tensión, hablamos 4 horas. Y aunque decía cosas interesantes ninguna me movió hacia él. No se si desperdicié una oportunidad de disfrutar, pero no quería estar ahí. Quizá nunca esté apto para comenzar una relación. Me da pena por él, creo que se había ilusionado un poco y él quería que pase algo. Y creo que yo también. 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Solución:que me caiga un árbol


Cada vez más amenudo tengo unas terribles ganas de que me caiga un árbol encima. No estoy seguro de ninguna de mis decisiones y cada ez que evalúo mis acciones me siento increiblemente mal. Pero al escucharme estar tan triste me da ganas de decirme " si tanto te molesta mátate".

Si no estoy diseñado diseñado para vivir problemas ridículos, mejor debería evitar todo de golpe. Para colmo estoy increiblemente atrapado en el pasado. En un pasado no totalmente inexistente. Pero mi futuro es solo un camino de robot.

La mejor solución es que me aplates un árbol. Lo peor es que por decisiones sin mucho sentido estoy cada vez más lejos de amigos con los que pueda conversar. Es más ya no se conversar. Y para colmo empiezo a importunar a las personas, con las que alguna vez hubo cosas interesantes. Les pido disculpas, pero el árbol aún no me cae.

jueves, 15 de noviembre de 2012

tensión inesperada

Me encuentro en un momento en el que no debería detenerme en estas cosas, pero es tan inusual que me resutla imposible. Me quedan apenas 4 días para dar 3 exámenes para los que no estoy preparado. Lo curioso de esto es que estoy muy relajado, y apesar de que no tengo tiempo para hacer todo lo que tengo que hacer me tomo el tiempo debido para algunas actividades previstas y otras no previstas.

Hoy salía de la última clase previa al examen con ganas de ir al baño. Tenía muchas ganas, pero como salí conversando creí que podía llegar al trabajo sin problema. No fue así, a la mitad del viaje sentía que mi vejiga iba a estallar.

  Antes de ir al trabajo siempre paso comprando empanadas para comer. No me quedaba mucho tiempo antes de entrar a trabajar así que decidí pedir las empanadas y mientras las calentaban ir al baño del restaurante (en verdad ya no aguantaba).En el restaurante uno de los chicos que atiende me tiraba onda desde hace algún tiempo atrás, yo intentaba devolversela siempre. Nunca imagine que pasaria algo más allá de eso. Al entrar al restaurante me encontré con este chico y me saludo de beso (saludo que implica mucha confianza) Pedí las empanadas y entré al baño casi sin pensar.

Hice lo que tenía que hacer y me sentí increiblemente aliviado, momento en el que entra al baño este chico. Seguro me vio bajar al baño y decidió lanzarse a ver que pasaba. Yo seguro me puse muy rojo, o al menos me puse nervioso. Me lavé las manos y empezamos a conversar, me preguntó mi edad, el dijo tener la misma que yo. Y luego me preguntó " tu también eres ...." respondí que sí. Y me besó.

Aquí entre en problema, todavía no me recuperaba de toda esa energía contenida de mis ganas de ir al baño. Tenía presente de que iba a llegar tarde al trabajo y además lo extraño de la situación me puso un poco tenso. No rechazé el beso, pero tampoco me calenté. Una parte de mi quería continuar con lo estipulado y la otra quedarse ahí. A la final ganó el impulso de ir al trabajo me despedí de él y salí muy rápido. No llegue tarde. Mi problema quizá solo fue la tensión de algo no previsto.

Ahora aparte de los exámenes me queda la tensión de qué va a pasar cuando regrese al restaurante.

viernes, 9 de noviembre de 2012

tentación truncada

Hoy en contra al hermoso sol de la mañana llovió de manera tormentosa en la mañana. Estaba cursando en la facultad cuando comenzó a llover, no tenía nada para cubrirme y tenía que ir después al trabajo. Salí con un amigo que estaba en las mismas condiciones que yo (tenía que ir al trabajo y no tenía nada con que cubrirse. Salimos apurados y nos mojamos de manera escandalosa, no teníamos ni un centímetro de secos. Entonces mientras íbamos en el subterraneo tuve una increible tentación.

Bueno exageré un poco al decir que somos amigos, somos apenas conocidos, compañeros de varias clases. Hemos tenido apenas 4 conversaciones a lo mucho. Pero bueno él me agrada bastante, tiene un carácter templado increibley es exageradamente inteligente. Regresando al relato inicial, en esas condiciones ninguno de los dos podía ir a trabajar así. Mi casa está en medio de la facultad y nuestros trabajos, la suya queda bastante más lejos. Entonces se me ocurrió y si le invito a mi casa le presto ropa así podría ir a trabajar tranquilo.

Hubiera sido una idea maravillosa si seríamos más amigos, así que no me atreví a proponérselo. Pero me quedé con ese sentimiento de tentación obstruida.

Y no es mi única obstrucción, me hicieron un mega regalo. Me regalaron un pasaje para mis vacaciones a mi país. Es algo increible, hasta ahora no puedo creermelo. Pero es como que no puede contárselo a nadie. A mi familia no quiero decírselo para que sea una sorpresa, y es como que el resto de mis amigos están ocupados en otras cosas como para poder contarles una alegría así.