domingo, 26 de agosto de 2012

Moira

"Orden para una ciudad es la valentía [de sus hombres], para un cuerpo, la belleza, para un alma,
la sabiduría, para una acción, la excelencia, para un discurso, la verdad."
Encomio de Helena, Gorgias

¡Orden, orden, orden!

Ve, examina profundamente. Comienza a girar sobre la imagen.La imagen no está fija, pero puede rodearla, pero siempre ve su mismo lado. Sigue viendo, sabe que no va a encontrar nada. Después de unos minutos de observación prefiere girar la cabeza y mirar hacia fuera, y ve algo no muy distinto. Piensa que preferiría no mirar.

¡Insuficiente!

- Ya  está, no hay nada que hacer, es imposible, no es el camino correcto- piensa. Se sienta en el suelo, está furioso, pero solo puede enojarse consigo mismo. Después de un rato levanta la mirada y mira alrededor un plano trazado, entonces recuerda como minusiosamente lo hizo él, -nada podía fallar-. Comprende que solo resta algo por hacer, seguirlo.

¡Orden, orden, orden!

Piensa -es como ponerle más carbón al tren. No hay vuelta atrás, pero sí un adelante. El plan se hizo así, él lo hizo así. Se levanta y mira...

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