domingo, 25 de marzo de 2012

Ganaron los libros

Después de jugar algunos días con mis analogías de pimientos o libros. Comprendí que el verdadero problema estaba en cual es la idea de estudiar. Si mi intención de estudiar fuera puramente mercantilista sería indispensable que hiciera la mayor cantidad de mateirias en el menor tiempo posible. Pero esa no es la razón por la que estudio, o al menos no quiero que sea una de las razones. Por lo que el tiempo que me tome no es algo que debe ponerse en cuestión. Así que en lugar de hacer tres materias de manera mediocre prefiero hacer 2 de manera completa. Además aumenté calses de alemán. Con todo eso estaré ocupado la mayor parte del tiempo.

Por lo demás el trabajo en la librería está cada vez más relajado. Ya tengo un conocimiento más amplia de como funciona y puedo encontrar con facilidad los libros. Claro que uno de mis inconvenientes es que a veces me tomo las cosas demasiado serias. Y hago cosas que talvez no debería hacer, porque me meto en cosas que le competen a otro. O las hago con tantas ganas que el resto se siente un poco incómodo o sienten que yo les ordenara cosas. Cosa que ni por mi edad ni por mi actividad ni por ninguna cosa podría hacer. Tampoco intento dar ordenes, solo a veces informo lo que estaba haciendo o lo que considero que se debería hacer. Por suerte todo queda en nivel de broma, pero ninguna bromava sin una intención oculta.

mañana inciaría formalmente la semana completa en la facultad, es como el gran sueo llega a ejecutarse, con todas las cosas que lo adapataron. Estoy estudiando filosofía, alemán, trabajando en una librería y vieviendo en un departamento. Es como que mi juventud se metió en la vida de un viejo. Va a llegar un punto en el que siendo viejo descubra como vivir como joven o que mi edad alcancé la vida que estoy llevando y así sea un viejo que hace cosas de viejo. Para rematar hoy fui a un concierto del Via Cricus de Liszt con el que me arrepentí profundamente de no haber iniciado mis clases de Latín.Una señora sentada junto a mi comentó que parecía que hablaban en huaraní. También sirvió que me gusta ir a actividades de viejo.

martes, 20 de marzo de 2012

¿Pimeintos o libros?

Voy a la verduleria buscando 3 pimientos (morrones). Al llegar descubro que no tengo suficiente dinero para pagar los tres. Entonces el vendedor me da 2 opciones, con el dinero que tengo comprar dos pimientos en excelente estado o que comprar tres pimientos con imperfecciones. En este caso yo elegiría tres con imperfecciones porque al momento de usarlos puedo quitar las imperfecciones con un cuchillo y usarlos perfectamente.

En otra ocasión podría darse una situación similar pero con libros. Voy a la librería y me ofrecen tres libros con hojas faltantes o dos en perfecto estado. En este caso sin duda alguna elegiría 2 libros buenos, que me son más útiles.

Me encuentro frente a un problema de este tipo. En la facultad elegí tres materias, los horarios de las tres se cruzan. Hay opción de hacerlas faltando dos horas a cada una, pero eso sería hacerlas incompletas a todas. O la otra opción es hacer 2 completas. Entonces ¿Mis clases se parecen más a los libros o a los pimientos?


Sobre la foto: Pertenece al fotógrafo Wilhem von Gloeden, lo encontré entre los libros en el trabajo es genial como retrata.

lunes, 19 de marzo de 2012

Imprudencia

Esto no me atrevo a contárselo a nadie, no porque sea algo malo, solo que me veré como muy estúpido. Siempre he tenido un sí flojo. Cuando alguien me hace una propuesta, por lo general digo sí, y me arrepiento luego. Así he tenido a algunas personas esperando que mi sí se convierta en acción, cosa que obviamente no sucede. Y si sucede, lo hago a medias.

Trabajo en una librería en atención al público. Un día un señor de unos 40 años aproximadamente, pregunto por la sección de ciencia (que está muy en el fondo) y se quedó ahí observando un buen tiempo. Me acerqué a preguntarle, si tenía alguna duda. Me dió un libro para que le diera un precio, al hacerlo rozo claramente mi mano. Hizo eso en varias ocasiones, era obvio que me tiraba onda. Pensé en hacerme el loco y dejar que otro lo atienda, pero como estaba con curiosidad de adonde podía llegar, seguí el juego. De la nada me preguntó mi nombre, le respondí erradamente con el real, luego me invitó a un café a la hora de salir del trabajo. Al final accedí le dije la hora de salida, y quedamos en encontrarnos en la esquina. Él se fue de la librería y comenzó mi arrepentimiento.

Al llegar la hora de salida pensé en tomar otra ruta, mi curiosidad me llevó a encontrarme con él. Me subió en su carro, me preugnto por donde vivía y quedó en acercarme. Yo le dije la zona pero muchas cuadras más arriba. Le dije además que mi papá me esperaba e inventé toda una historia para decirle que mi papá vivía conmigo temporalmente. Al final me manoseo un poco y accedí a darle un par de besos. Me dijo que tenía 50 años con lo que mi calentura desapareció totalmente. Le dije que le agregaría al msn. Me dejó y todo tranquilo. Al llegar a mi casa mi internet se cayó y los siguientes días me olvidé de escribirle.

Yo lo di todo por olvidado. Pero hoy fue a mi trabajo y me pregunto medio directo porque no le hacia caso. Yo medio me hice el loco, y para evitar que me siga persiguiendo le escribí mi correo en un papel. Y quedamos en hablar un día de estos. El problema es que creo que los chismosos del trabajo lo notaron. Y que además no se que decirle, y lo peor de todo no se si quiero algo con él, aunque sea algo solo ocasional.