miércoles, 10 de abril de 2013

Falta de concordancia.

Según Aristóteles uno puede solo elegir los medios y no los fines. El fin va a ser siempre el mismo, de eso nadie lo duda se busca la eudaimonia(dicha o felicidad). Una decisión está bien tomada o e buena cuando la parte apetitiva del alma concuerda con la decisión práctica.

Al leer eso no pude recorder mi desprecio por mis actividades actuales. Mis decisiones siempre han tendido a lo práctico, todas son realizables pero no puedo dejar de sentir que mi querer está en desacuerdo. Hasta hace 30 minutos estaba convencido que tenía un problema con el fin. Creía que lo que me sucedía es que no tenía un fin claro de mi vida, como no lo tengo no me sentía agusto que mis acciones porque no sabía a donde me llevaban o mejor dicho no sabía si al lugar que me llevan me gusta. Cometía un error, el fin es claro quiero que mi vida sea dichosa. El problema está en el como llegar a eso. Darme cuenta del error solo me da el pie del problema.

Creo que me falta reconocer algunas cosas sobre mi. Que las tengo claras pero juego a lo contrario. Quisiera que lo práctico me sea lo apetecible en su totalidad, pero no lo es. Para demostrarlo es muy sencillo, no estoy contento con el tipo de vida "ideal" que estoy llevando. Por alguna razón la vida de convento me parece la mejor, pero cuanto más me acerco a ella peor me siento.


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