miércoles, 29 de julio de 2009

4º grado


Ese año, mi colegio estuvo apunto de quebrar y por rumores todo el mundo se cambió de colegio. Me tuvieron que cambiar de colegio. A uno aún más pequeño. En toda la primaria había 28 personas, mi grado, uno de los más grandes, tenía 5 personas (4 hombres y 1 mujer) Como comprenderán las relaciones entre todos tenían que ser de amigos. Yo era muy amigo de la única mujer, comúnmente iba a su casa y viceversa. Y yo influido por comentarios de varias personas, decidí que si pasaba tanto tiempo con ella implicaba que me gustaba. Algo bastante racional. Decidí decírselo, así que un día la separé del grupo y se lo dije, a lo que respondió- lo pensaré. Después de unas horas me enteré que yo no fui el único que tuvo la idea de decírselo ese día. Al siguiente día regresó con la respuesta de "somos muy pequeños para algo así" esas palabras no se me borraron y mi vida regresó a la normalidad.

Para esta época yo seguía yendo a la casa de mi amigo de preescolar y luego de la escuela. Comúnmente veíamos películas y cosas así. Pero hubo un día en el que nos dejaron solos. Y estábamos viendo una película repetida y bastante aburrida. Se me ocurrió una idea para satisfacer mi curiosidad. Lo convencí de que nos bajáramos el pantalón y viéramos como era el de cada uno. Él aceptó y se bajó el pantalón, a mi me tocaba hacerlo pero en ese momento llegó alguien a la casa. Se subió el pantalón y nunca más hablamos del tema. Aunque fui muchas veces más a su casa. Luego me daba vergüenza de esto, nunca lo comenté con nadie, pero muchos años después un amigo me dijo que a esa edad los niños tienen curiosidad y hacen todo lo posible por explorar.

Este fue mi peor año en aprendizaje y lectura. Como en mi escuela los profesores no se esforzaban por enseñar y ese año no tuve ningún incentivo, fue el año que menos aprendí. Una tristeza. Pero algo muy interesante, es que mi entrenamiento en ajedrez aumentaba. Y en ese año fui a Perú a un torneo. Fue muy chévere lo que menos hice fue jugar ajedrez. En el hotel había tantas cosas que nunca pensé en el juego creo que quedé último. Pero un chévere viaje, una de las muchas que me ha dado el ajedrez.

0 comentarios: